La terapia a través de los aromas incide en lo anímico de las personas. Pero: ¿Cómo se puede explicar la relación olfato- emoción- estado de ánimo? Un aroma es percibido por la nariz; a través de los receptores del bulbo olfatorio llega hasta el sistema límbico en el cerebro. Entonces ejerce su influencia por el hipocampo, en las emociones, memoria y aprendizaje. Por el córtex en los procesos intelectuales. Por el hipotálamo en el control de la agresión. Y en el trayecto hipotálamo- pituitaria llegamos hasta las glándulas sexuales y las glándulas suprarrenales, que motiva una respuesta sexual (que a su vez se comunicara con la cuestión del control de la agresión)
Todas estas funciones corporales (emociones, memoria, aprendizaje, procesos intelectuales, control de la agresión, respuesta sexual) frustradas o satisfechas, connotarán en el ánimo.
La mente cabalga sobre la respiración. Controlar la respiración es controlar la mente. Respiramos más de 26.000 veces a lo largo del día pero esas respiraciones no son conscientes. Si unimos la consciencia de nuestra mente a la respiración, esta se convierte en una potente medicina y si añadimos el efecto de los aceites esenciales puros dicha medicina es capaz de relajar y liberar el alma.
El poder del olfato es muy importante. En unos segundos el olor nos puede transportar muchos años atrás y recordarnos vivencias que creíamos olvidadas. El tratamiento a través de inhalación si se utiliza con conocimiento y sabiduría es el más rápido y eficaz y al mismo tiempo el más sutil, ya que las moléculas olfativas tendrían su efecto sobre nuestro comportamiento debido a la estimulación que ejerce sobre los nervios olfativos.
